Información y consejos sobre el crecimiento y la salud de los niños,
sólo de pediatras y profesionales cualificados.

Información y consejos sobre el crecimiento y la salud de los niños,
sólo de pediatras y profesionales cualificados.

Cómo elegir el chupete

Cómo elegir y utilizar correctamente  el chupete

Si se utiliza de forma correcta, el chupete no es sólo un chupete para el bebé, sino también un válido apoyo para los padres en el cuidado sereno de su hijo. Aquí tienes una guía completa para elegir y utilizar un chupete: qué características debe tener, cómo cuidar su higiene y cómo utilizarlo correctamente.

El chupete es una ayuda para el recién nacido

Los anglosajones lo llaman “dummy”, lo que quizá sea la forma más adecuada de destacar las propiedades d el chupete. Aunque la succión es un reflejo primario que los bebés necesitan para alimentarse e hidratarse, para la mayoría de ellos es también una forma de calmarse, relajarse y “reconfortarse” en momentos de estrés. Por lo tanto, el chupete, si se utiliza de forma correcta, puede ser una herramienta útil, tanto en el caso de la alimentación artificial como de la lactancia materna.

El uso del chupete también reduce el riesgo de SMSL (el síndrome de la “muerte de cuna” que afecta a los bebés en su primer año de vida). En el caso de los bebés nacidos prematuramente, el chupete les ayuda a adquirir la capacidad de succión y, por tanto, a acercarse a la lactancia materna.

He aquí algunos consejos para elegir un chupete, cuidar su higiene y utilizarlo correctamente.

Cómo es un maniquí

El chupete más común se compone de tres partes ensambladas: la tetina, el escudo y el anillo.

Teta

La tetina puede ser de silicona o de látex/caucho.

La forma del pezón puede ser redonda, anatómica o en forma de lágrima. El pezón redondo parece una bola perfectamente redonda (como una cereza). El pezón anatómico es asimétrico, plano hacia abajo (hacia la lengua) y redondeado hacia arriba (hacia el paladar). El pezón en forma de lágrima es alargado y simétrico.

Escudo

El escudo tiene la función de evitar que el chupete sea succionado por la boca, provocando la asfixia del niño. Está hecho de material plástico.

Anillo

La anilla (también de plástico) tiene la función práctica de facilitar la extracción, el manejo y la conexión (por ejemplo, a una cadena con un clip) d el chupete.

También hay maniquíes que, en lugar de estar formados por tres partes de materiales diferentes, están hechos de un solo bloque del mismo material, que puede ser silicona o látex/caucho.

¿Qué tipo de maniquí elegir?

Teniendo en cuenta la utilidad y la función del chupete, es el gusto del niño lo que cuenta sobre todo en la elección final. Sin embargo, aquí hay algunas consideraciones y consejos para los padres que les ayudarán a hacer su elección.

Se prefieren los maniquíes de una sola pieza porque:

  • no tienen juntas que puedan romperse más fácilmente con el uso;
  • no tienen anillos ni protectores de material plástico rígido que puedan causar traumatismos en los dientes o la boca si se caen o que, durante la ebullición y la esterilización por calor, liberen micropartículas de plástico (aunque por ley todos los chupetes deben estar libres de ftalatos, bisfenoles y otros materiales tóxicos).

La tetina debe ser preferentemente en forma de lágrima o anatómica, porque respeta la forma de la boca. Los maniquíes anatómicos (también conocidos como maniquíes de ortodoncia porque están diseñados para adaptarse a la forma de la cavidad bucal) deben introducirse siempre en la boca en la dirección correcta, ya que de lo contrario pierden obviamente su función.

Pero cuidado: cualquier tipo de chupete, si se utiliza durante mucho tiempo, puede provocar cambios en la mordida del niño.

El material preferido para la tetina es la silicona, porque

  • no libera sustancias tóxicas ni siquiera durante la ebullición,
  • no absorbe la grasa ni los olores,
  • es respetuoso con el medio ambiente y reciclable;
  • pueden lavarse en el lavavajillas, salvo que se indique lo contrario en el envase.

El látex/caucho es muy agradable por su suavidad, pero no se puede lavar en el lavavajillas y tiende a retener la grasa y el olor, y a veces puede provocar alergia al látex, por lo que debe evitarse en niños alérgicos al látex.

El escudo debe ser lo suficientemente grande como para impedir que el chupete entre completamente en la boca y debe tener orificios de ventilación, que sirven para limitar el efecto irritante sobre la piel del bebé de la saliva que se acumula entre el escudo y la piel y también para reducir el riesgo de asfixia en el caso (poco frecuente) de que el chupete sea aspirado por la boca.

La anilla debe ser pequeña y preferiblemente blanda (mejor de silicona o goma que de plástico) tanto para reducir el riesgo de traumatismo en la boca en caso de impacto como porque la anilla puede ejercer un efecto “palanca” que facilite la extracción del chupete de la boca.

El tamaño de los muñecos cambia con la edad

El chupete debe cambiarse a medida que el niño crece. Existen diferentes tamaños en el mercado: uno para bebés (de 0 a 2 o 3 meses), otro para niños a partir de 4 o 6 meses y otro para niños a partir de 12 o 18 meses.

Higiene de los maniquíes

El chupete entra fácilmente en contacto con superficies (el suelo, una mesa, un sofá o el asiento del coche) que son todo menos estériles y, por tanto, pueden transmitir indirectamente al bebé virus y bacterias nocivas o incluso cándidas, un hongo responsable de las molestas aftas en la cavidad bucal. Por lo tanto, es importante cuidar su higiene con cuidado y regularidad, esterilizándolos y lavándolos. Es bueno recordar que

  • tras el lavado, el chupete está limpio y listo para su uso, pero no estéril;
  • la esterilización garantiza que no haya gérmenes ni microorganismos en el chupete que sean potencialmente perjudiciales para la salud del niño.

Por lo tanto, es aconsejable esterilizar el chupete con regularidad inmediatamente después de su compra (antes de su primer uso) y con regularidad hasta al menos los 6-9 meses (a diario durante los primeros 3 meses, y luego gradualmente con menos frecuencia).

Siempre que  el chupete haya estado en contacto con superficies sucias o potencialmente contaminadas debe lavarse con agua tibia y jabón durante unos 20 segundos.

En cualquier caso, recuerde lavarse bien las manos durante al menos 1 minuto con agua caliente y jabón antes de cualquier procedimiento.

Cómo esterilizar el chupete

Esterilización en caliente

  • Hervido: el chupete se sumerge en agua hirviendo y se mantiene en ella durante unos 5 minutos. Antes de sumergir el chupete, hay que apretar la tetina para que salga el aire y, durante todo el proceso de ebullición, el chupete debe permanecer completamente cubierto por el agua sin entrar en contacto directo con el fondo de la olla (para evitar que se quemen las partes de plástico).
  • Esterilización en el microondas: algunos chupetes se venden en recipientes especiales que pueden esterilizarse en el microondas (según las instrucciones del envase).
  • Esterilizadores domésticos: son aparatos especiales que permiten esterilizar biberones y chupetes mediante microondas o vapor. El tiempo y el método del procedimiento varían según el aparato, por lo que es mejor seguir las instrucciones de cada aparato.

Esterilización en frío

En estos casos,  el chupete se sumerge en soluciones químicas desinfectantes (listas para usar o recién preparadas) durante un tiempo variable según el producto utilizado, por lo que también deben seguirse cuidadosamente las instrucciones de uso.

Cuándo y cómo proponer el chupete

El chupete puede ser una herramienta muy útil para calmar a la mayoría de los bebés, tanto en momentos de crisis como cuando parecen requerir una succión constante. Esto se aplica tanto a los bebés alimentados con leche artificial como a los alimentados con leche materna, aunque en este último caso es aconsejable evitar ofrecer el chupete hasta que la lactancia materna esté bien avanzada y establecida, es decir, en el primer mes, cuando podría interferir con el apego y la consolidación de la producción de leche.

Para los bebés amamantados, chupar un chupete también requiere una técnica diferente, que puede adquirirse mediante varios intentos. El hecho de que no salga leche al succionar también puede causar cierta decepción tanto en los bebés amamantados como en los alimentados con biberón.

Las primeras veces que se ofrece el chupete, conviene acariciar suavemente los lados de la boca antes de introducir el chupete en la boca del bebé y sostenerlo cuando empiece a chupar para que no lo escupa inmediatamente.

Para los bebés que no aceptan el chupete y piden constantemente que se les pegue al pecho para ser consolados, una alternativa puede ser el dedo meñique de la madre, que debe estar limpio y con la uña muy corta. Algunos bebés aprenden rápidamente a chuparse los dedos; incluso en estos casos será importante lavar sus manitas a menudo y mantener las uñas muy cortas.

También hay bebés que no necesitan mamar para reconfortarse; en estos casos los padres pueden plantearse si es útil ofrecer el chupete sólo en el momento en que están a punto de dormirse.

¿Cuánto tiempo se puede utilizar el chupete?

La succión vigorosa y prolongada del chupete (o de los dedos), incluso más allá de los 2 años, puede producir una ogivización del paladar (paladar puntiagudo) o una desalineación de los dientes. Estas situaciones tienen la posibilidad de autocorregirse si se deja de chupar el chupete o los dedos a la edad de 2-3 años. Si la mordida no se autocorrige antes de la erupción de los incisivos permanentes, debe considerarse el control y el tratamiento de ortodoncia.

Algunos consejos

  • No utilices el chupete como sustituto o para retrasar la comida, sólo ofrécelo cuando estés seguro de que el bebé no tiene hambre.
  • Si el niño se niega a aceptarlo, no insistas ni utilices sustancias dulces como la miel o los zumos de frutas para que lo acepte: le provocarás caries, que suelen ser destructivas para los dientes y responsables de abscesos y dolor.
  • No improvise chupetes con tetinas de biberón, ya que pueden ser succionados por la boca y causar asfixia.
  • No lave el chupete en el lavavajillas, a menos que esté específicamente permitido en las instrucciones: los detergentes agresivos utilizados en el lavado pueden dañar el material d el chupete.
  • No sujete la anilla del chupete a cadenas o cuerdas de más de 15 cm y no ate el chupete a los lados de la cuna o alrededor del cuello o la muñeca del bebé, ya que podría asfixiarse.
  • Debe evitarse la costumbre de meterse el chupete recién caído en la boca antes de ofrecérselo de nuevo al bebé, ya que así es más fácil transmitirle los agentes infecciosos presentes en la boca. La creencia de que este procedimiento refuerza el sistema inmunitario del bebé tampoco está respaldada por pruebas científicas.
  • Evita intercambiar el chupete entre el recién nacido y sus hermanos u otros niños: además de favorecer el paso de gérmenes de un niño a otro, los mordiscos más vigorosos de los niños mayores podrían dañar la estructura.
  • Compra unos cuantos chupetes del mismo modelo para poder sustituirlos si se pierden o temporalmente si se caen al suelo y no puedes lavarlos o esterilizarlos.
  • Compruebe regularmente (al menos una vez a la semana, sobre todo si se trata de un chupete “montado”) las distintas partes del chupete para ver si hay roturas o defectos o cambios de aspecto (consistencia, longitud, color y superficie de la tetina en particular) y sustitúyalo si es necesario.
  • Ten paciencia en los primeros días, cuando tu bebé aún no es capaz de manejar el chupete por sí mismo: se despertará fácilmente de su sueño nocturno cada vez que lo pierda… Algunos chupetes se iluminan en la oscuridad: ¡así será más fácil encontrarlos en la cuna sin tener que encender la luz!

Le informazioni di tipo sanitario contenute in queste pagine non possono in alcun modo intendersi come riferite al singolo e sostitutive dell'atto medico; per i casi personali si invita sempre a consultare il proprio Pediatra. I contenuti di queste pagine sono soggetti a verifica e revisione continua; tuttavia sono sempre possibili errori e/o omissioni. amicopediatra.it non è responsabile degli effetti derivanti dall'uso di queste informazioni.