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Cómo lavar y esterilizar el biberón

Cómo lavar y esterilizar el biberón

El bebé no es capaz de defenderse completamente de los gérmenes: el sistema inmunitario aún no está maduro en los primeros meses de vida. Además, la leche es un alimento en el que los microbios se desarrollan fácilmente.

Por lo tanto, todo lo que se necesita para la alimentación artificial debe estar bien lavado y esterilizado hasta los 5 meses. Si el bebé tiene más de 5 meses, tras consultar con el pediatra, basta con un lavado a fondo.

¿Cuál es la diferencia entre lavado y esterilización?

Con un simple lavado, la botella queda limpia y apta para su uso, pero no estéril.

Sólo la esterilización garantiza que los gérmenes y microorganismos potencialmente peligrosos para la salud del bebé no estén presentes en el biberón.

La higiene del biberón es, por tanto, una de las primeras medidas de seguridad y prevención para la salud de tu bebé. La Organización Mundial de la Salud recomienda prestar la máxima atención a la higiene del biberón. En consecuencia, es necesario seguir ciertas reglas básicas. Veamos cuáles son.

Primera regla: ¡lavarse bien las manos!

La primera regla es manipular siempre lo necesario para preparar la comida del bebé con las manos perfectamente limpias y secas. Por lo tanto, recuerde siempre lavarse las manos con agua y jabón y secarlas con una toalla limpia (no, por ejemplo, con toallas o paños de cocina que no estén perfectamente limpios).

Recuerde que lavarse las manos es una importante medida preventiva: en los dedos hay normalmente numerosos gérmenes, que pueden ser inofensivos para un organismo adulto, pero pueden ser peligrosos para un bebé.

Cómo lavar un biberón

El lavado de biberones y tetinas requiere:

  • enjuagar el biberón después de la alimentación con agua corriente fría para eliminar los residuos de leche;
  • lavar todas las partes del biberón (biberón, tetina, tuerca y tapa) con agua tibia y detergente, utilizando un cepillo especial (limpiapipas) para eliminar los restos de leche y teniendo cuidado de dar la vuelta a las tetinas (para evitar el estancamiento de leche en el interior que no es visible durante el lavado). Durante esta operación es conveniente comprobar la integridad de la tetina: si muestra signos de desgaste, hay que tirarla y sustituirla por una nueva;
  • aclarar con abundante agua corriente;
  • desinfectar los cepillos de dientes con hipoclorito de sodio después de su uso y dejarlos secar.

Cómo esterilizar un biberón

Una vez bien lavada, la botella está lista para ser esterilizada.

Existen diferentes sistemas de esterilización, en frío y en caliente.

Esterilización en caliente

La esterilización por calor puede realizarse por inmersión en agua hirviendo o mediante esterilizadores especiales (vapor y microondas).

Siga siempre las instrucciones del manual de instrucciones cuando emplee esterilizadores domésticos.

Para la esterilización con agua hirviendo, hervir el biberón, la tetina, el casquillo y la tapa durante al menos 20 minutos en una olla bien limpia llena de agua. Procure que no haya burbujas de aire en el interior del frasco que puedan impedir la esterilización completa. Al final de la ebullición, apague el fuego y deje todas las piezas en remojo en el bote, manteniendo la tapa cerrada, hasta el siguiente uso para evitar que el interior de las paredes del biberón y la tetina se vuelvan a contaminar. Antes de utilizar el biberón, retire las distintas partes del mismo con unas pinzas limpias y esterilizadas (evite tocar con las manos las partes del biberón que estarán en contacto con la leche y la boca del bebé: interior del biberón y tetina).

Si es necesario sacar el biberón antes de la hora de comer, se debe dejar secar bien el biberón sobre una superficie limpia, montarlo y cerrarlo, y luego guardarlo en un lugar limpio.

Esterilización en frío

Si emplea un esterilizador en frío doméstico, siga las instrucciones del manual de instrucciones. En general, estos esterilizadores requieren que se sumerja el esterilizador en una solución desinfectante durante al menos 1,5 horas en una bandeja con agua y líquido esterilizante. La solución debe renovarse cada 24 horas.

Los artículos esterilizados deben retirarse con pinzas higiénicas, sin enjuagarlos, sino sólo escurrirlos, a ser posible inmediatamente antes de la comida.

Si es necesario sacar el biberón antes de la hora de comer, hay que secarlo bien, montarlo y guardarlo en un lugar limpio.

Atención a los materiales

En lo que respecta a la higiene de las botellas, es bueno recordar que las botellas de plástico y las de vidrio tienen características diferentes.

El vidrio resiste bien las altas temperaturas y no libera ninguna sustancia química en la leche. Por lo tanto, la botella de vidrio también puede ser esterilizada por calor a altas temperaturas. Está especialmente indicado en los primeros meses de vida del bebé, ya que garantiza la máxima higiene.

Por otro lado, un biberón de plástico, cuando se expone a altas temperaturas, puede liberar micropartículas de plástico (conocidas como microplásticos) que pueden pasar a la leche.

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